Sunday, 24 October 2010

Y si te veo que?


Hablar o no hablar? He ahi el dilema. Que gracioso empezar este post con esta muy gastada frase Shakespeariana. Es que son tantos errores que uno comete cuando no frena a tiempo lo que uno dice. Uno puede escoger docenas de temas distintos, sin caer en temas que puedan parecer comprometedores. Esos temas son los de índole personal. El cual muchos disfrutan comentar con amigos en común. Es difícil frenar la lengua para algunos; esos que son tan insidiosos con sus envenenadas preguntas cargadas de malicia. Insisten vehementemente en querer saber de la vida ajena, que uno tiene que ingeniárselas para salir rápidamente de esa conversación.

Los que han sido victimas, se molestan con pesar. Luego, ya hay que ser responsables a lo que salido de nuestros labios. No hay vuelta atrás. Y a veces el miedo a ser malinterpretados hace que uno balbucee pretextos sobre algo que no quisimos decir, pero ya se ha estropeado todo. Mejor es cambiar el tema rápidamente. O cortar drásticamente sin despedida.

Lo peor es sentir que te han dejado con la palabra en la boca. Que hacemos nosotros en ese caso?
Sentir que han herido nuestra dignidad, después que nos han robado astutamente una información. Que hacemos después? Dejar de hablar con esa persona? Devolverle la bofetada?

En mi caso, se lo dejare a su criterio. Porque en el mio, he actuado según la persona. Es decir, no con toda persona usted responde igual. Con unas le devuelvo la bofetada. Con otras las he cortado drásticamente. En el caso mas sutil le digo con claridad que no quiero hablar de ese tema (lo hago con gente muy especifica) Y han habido casos, que hasta he cortado todo tipo de comunicación con esa persona. Cuando he reaccionado negativamente, ha sido porque le he dejado pasar el asunto dos veces, ya la tercera mi reacción es bastante agresiva.

Así que usted puede llamarme antisocial, puede desencantarse y dejar de leerme, pero en realidad muchas personas se quieren burlar en nuestra cara. Sintiéndose detectives , periodistas o super persuasivos. Y al final uno lo que quiere es detener el hecho de que nos usen de alfombra o de escoba. Y hacernos respetar. Ya sea por la buenas o las malas.

Usted decide como cortar a un insistente, o a un necio, enfermo de curiosidad; quede en su libre albedrío y/o voluntad como actuara la próxima vez.

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