Puedo ver en su mirada, su verdad.
Puedo pre-sentir lo que oculta.
Solo un movimiento, un gesto en su rostro.
Y puedo ver mas allá de el.
No recuerdo en que momento empezó.
Y hasta en los sueños, lo puedo seguir.
Fue una sensación muy extraña. Pero me ayudo a entender que le pasaba.
Espero que vuelva en algún momento.
Y repetir una y otra vez lo que me hizo sentir aquella vez.
El es el dolor y la medicina a la vez.
Me lleva al cielo y me muestra el infierno.
Lo que me da, me lo quita de golpe.
Y mi alma se queda perturbada por varios días.
Seria perfecto, que en algún momento se inviertan los papeles.
Y el sea que se quede con el mal sabor de no tenerme.
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